Una solución práctica, sencilla y económica para tu habitación es elegir pintar el lugar que ocuparía el cabecero de tu cama. Usar una pintura de diferente color en el lugar donde estaría la cabecera es una gran tendencia.
Si las paredes de la habitación son de un tono neutro claro, puedes apostar por un color más fuerte que resalte e ilumine tu habitación.
Pero este consejo también se puede poner en práctica en una habitación cuyas paredes ya tengan un color más fuerte. En este caso, puede utilizar una variación más oscura del mismo tono o elegir un color complementario que aportará audacia al espacio.
Puedes pintar el cabecero de diferentes formas. Hacemos tres sugerencias:
- Al ancho de la cama, imaginando el tamaño de un cabecero convencional, aproximadamente a 90 a 110 cm del suelo;
- CalcuLa el tamaño de la cama junto con las mesillas y pinte el rectángulo para cubrir estas tres piezas;
- Pinte toda la tira de la pared, de lado a lado.
Para definir los límites de las cabeceras, puede utilizar cinta de papel para hacer las líneas precisas o dejar que el movimiento libre del rollo sea visible para un efecto más despreocupado.
Si te sientes inspirado, ¡incluso puedes pintar formas geométricas que agreguen diversidad y animación a la decoración! Los triángulos de colores pueden resultar como una composición geométrica en sí mismos. Pero también se pueden realizar con varias tonalidades del mismo color para simular montañas en la habitación de un niño, por ejemplo, o la silueta de una casa usando un solo color.
Para esta redecoración, recomendamos el uso de pintura VinylClean: ¡una pintura mate súper lavable para un acabado perfecto!
Un consejo aún más atrevido: en las habitaciones de los niños, puedes utilizar la pintura a la tiza que te permite dibujar con tiza y limpiar fácilmente con un paño húmedo, ¡para que tus hijos puedan ser creativos todos los días!
¡Transformar el dormitorio de un día para otro nunca ha sido tan fácil! ¿Te atreves?